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El SER UNO
Spanish & English
8. A pesar de tanta soledad y dolor, los seres-pensamientos separados sintieron dentro de ellos un elemento desconocido:
la fuerza.
Era un elemento nuevo que los impulsaba a continuar y, lo llamaron, supervivencia.
Sentían que el conocimiento adquirido aún existía, que la comprensión y el deseo no habían desaparecido de sus pensamientos y que quizás, con lo poco que quedaba, podrían liberarse de esta situación aparentemente sin salida.
Pensaban que lo primero que tenían que hacer era no desaparecer, sino, al contrario, vivir.
Si el Principio Único los hubiera creado a su imagen, entonces lucharían con todos los medios disponibles para ocupar un lugar en esa creación.
Así, se juntaron, se reconocieron y recopilaron datos importantes, que cada uno aportó.
Clasificaron la información y la distribuyeron en grados y jerarquías.
Separaron los que estaban en peores condiciones de los que estaban mejores, porque eran estos últimos quienes se encargarían de continuar.
Todavía podrían hacerlo.
Estaban conscientes de su realidad; sabían que estaban distorsionados, sin luz del conocimiento, sin ritmo ni frecuencia.
Apenas percibían los colores, pero luchaban, y no se dejaban vencer, más aún, después de haber experimentado la grandeza de la creación y de su creador:
el Principio Único.
Sabían que habían perdido el paraíso, su cielo y su luz.
En medio de tanta desesperación, y, al querer comunicarse con sus hermanos, los seres-pensamientos negativos e inútiles descubrieron por casualidad que, si se alimentaban de resultados útiles, mejoraban sus condiciones y demoraban la aniquilación de su existencia, determinar con Esto es prolongación y supervivencia.
Surgieron nuevos elementos: el robo, la calumnia, el engaño y la mentira pasaron a formar parte de ellos, lo que agravó aún más sus condiciones.
No entendían que esos elementos nocivos agravarían su enfermedad, llevándolos a un infinito sin retorno, y hundiéndolos cada vez más en la distorsión de sus pensamientos.
Alertados, los útiles seres pensantes dieron todos los pasos.
Lo primero que hicieron fue proteger su origen, su centro y su eje, rodeándolo con todo el mimo.
De esa forma también se estarían protegiendo a sí mismos.
¿Qué hacer con los pensamientos que se habían enfermado?
¿Qué uso les podrían dar?
Al no encontrar una solución, decidieron comprimirlos, y archivarlos en bloques de energía compactos, con la idea de estudiarlos y, darles una utilidad, posteriormente.
Después de tantas experiencias dolorosas y sin solución, los pensamientos útiles dejaron de experimentar con la energía de los pensamientos inútiles.
Se dedicaron a trabajar exclusivamente con energía útil y con sabiduría acumulada y comprendida.
De esa forma, sus resultados siempre serán positivos.
Mientras tanto, el Principio Único continuó creando elementos, ritmos, vibraciones, colores, formas, cristales perfectos, ligeros, sutiles, transparentes, etc., tantos que comenzaron a chocar entre sí, produciendo descargas eléctricas de altísima temperatura, y activando eso, movimientos incontrolados.
La concentración energética de los cristales y la acumulación de elementos fue tan grande que provocó una explosión tan fuerte que miles de millones de cristales incandescentes fueron arrojados a distancias inimaginables, insospechadas y desconocidas.
Se había creado una nueva realidad: había nacido el Principio Único, se había expandido y estaba creciendo.
En esa explosión también fueron arrojados los seres-pensamientos con resultados positivos-útiles y negativos-inútiles, pero no todos alcanzaron la misma distancia.
Hubo algunos que se quedaron muy cerca del centro, otros a medio camino, y algunos más se perdieron en la infinidad de la creatividad.
Miles de millones de seres pensantes esparcidos en esa realidad desconocida formaron una nueva existencia.
Los que estaban cerca del centro comenzaron a girar alrededor de él, atraídos por la fuerza gravitacional: giraron 8
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8. Despite so much loneliness and pain, the separate thought-beings felt within them an unknown element:
the force.
It was a new element, which drove them to continue, and, they called it, survival.
They
felt that the acquired knowledge still existed, that understanding and
desire had not disappeared from their thoughts, and that perhaps, with
what little was left, they could free themselves from this seemingly
dead-end situation.
They thought that the first thing they had to do was not to disappear, but, on the contrary, to live.
If
the One Principle had created them in its image, then they would fight
with all available means to take a place in that creation.
Thus, they came together, recognized each other, and gathered important data, which each of them contributed.
They classified the information and distributed it in degrees and hierarchies.
They
separated those that were in worse conditions from those that were
better, because it was the latter who would be in charge of continuing.
They could still do it.
They were aware of their reality; they knew that they were distorted, without light of knowledge, without rhythm, or frequency.
They
barely perceived the colors, but they would fight, and they would not
allow themselves to be defeated, even more so, after having experienced
the greatness of creation, and of its creator:
the One Principle.
They knew that they had lost paradise, their sky and their light.
In
the midst of so much desperation, and, when wanting to communicate with
their brothers, the negative and useless thought-beings discovered by
chance that, if they fed on useful results, they improved their
conditions, and delayed the annihilation of their existence, determining
with This is prolongation and survival.
New elements emerged: theft, slander, deception and lies became part of them, making their conditions even more ill.
They
did not understand that those harmful elements would worsen their
illness, leading them to an infinity of no return, and sinking them more
and more in the distortion of their thoughts.
Alerted, the useful thought-beings took all steps.
The first thing they did was protect its origin, its center and its axis, surrounding it with all the care.
That way they would also be protecting themselves.
What to do with the thoughts that had gotten sick?
What use could they give them?
When
they did not find a solution, they decided to compress them, and
archive them in compact energy blocks, with the idea of studying them,
and, giving them a utility, later.
After so many painful
experiences, and without solution, the useful thoughts stopped
experimenting with the energy of useless thoughts.
They dedicated themselves to working exclusively with useful energy and with accumulated and understood wisdom.
That way, your results would always be positive.
Meanwhile,
the Unique Principle continued to create elements, rhythms, vibrations,
colors, shapes, perfect crystals, light, subtle, transparent, etc., so
many that they began to collide with each other, producing extremely
high temperature electric discharges, and activating it, uncontrolled
movements.
The energetic concentration of the crystals and the
accumulation of elements was so great that it caused an explosion so
strong that billions of incandescent crystals were thrown to
unimaginable, unsuspected and unknown distances.
A new reality had been created: the One Principle had been born, it had expanded, and it was growing.
In
that explosion, the thought-beings with positive-useful and
negative-useless results were also thrown, but they did not all reach
the same distance.
There were some who stayed very close to the center, others halfway, and some more got lost in the infinity of creativity.
Billions of thought-beings scattered in that unknown reality formed a new existence.
Those near the center began to rotate around it, attracted by the gravitational force: they rotated 8
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